Territorio Nómada desde La Retaguardia. Avanzando

Cada vez me cuesta más escribir, no porque falten las palabras sino porque me da la sensación de que me repito, por mucho que se consigan modificar ciertos parámetros una no deja de ser quien es y es muy difícil cambiar pautas, discurso, palabras que conformen a tod@s desde una transmisión pública; puede que me quede con mi parecer como la mejor opción y eso es lo que transmito...

Tengo la sensación de que ya lo he dicho casi todo a través de una crónica del camino. Sin embargo..., lo que es indudablemente cierto para mí es que cada salida es una nueva vivencia, aunque se repita ruta; normalmente hago el ejercicio de anticiparla, o más bien de anticipar un estado de ánimo con respecto a una siguiente reunión, incluso de "crear" un talante flexible cuando las condiciones requieren un esfuerzo, como no encontrarme todo lo físicamente óptima que quisiera o un día de lluvia tras tantos días de sol. Para mí lo más importante y lo que mantiene ese tesón de querer seguir asistiendo sigue siendo el mismo motivo por el que nació Nómadas, y tengo la percepción de experimentarlo diferente y exactamente igual a "esa primera vez" en la que salí por entornos cercanos y recogí un mensaje que me inspiró la libertad en la que creo, "Nuestra Libertad" A mí me permite sacar lo mejor de mí compartido, con lo cual la importancia está en un nosotros, para y por un nosotros que compartimos algo...
 
Ahora disfruto de una recompensa de sabores nuevos, el placer de ser guiada habiendo guiado pulcro y fino, desmelenada, lúcida y tantas veces perdida, y otras tantas encontrada en el medio de la épica aventurera, osada y solitaria, para llegar aquí, al regalo que muestra caminos nuevos desde la retaguardia.

Han sido algunos años, cinco de ellos muy activos en los que me ví en la labor de ser pastora y lo que ello implicaba, conducir a una tropa, llevar por tan diferentes y siempre únicos caminos a un rebaño de caminantes conocedores de la tierra, de natura, mientras que otr@s la descubrían; presentar panoramas en los que recoger importancias que nos cundieran a tod@s desde quien cada un@ es y desde una lealtad inquebrantable a quienes me mostraron las bondades y de tan variadas maneras de "el arte de caminar conjunto", y todo ello sin obviar el sello de mi propia percepción, desde el entendimiento de una unidad grupal que quise compartir, la premisa de que un "nosotros" convertido en unidad es lo que nos refuerza individualmente.

Eso no denota una capacidad de más o menos inteligencia, es cuestión de querer desarrollar una aptitud adecuada para ello y de un compromiso en el que en cada exploración, revisión y salida se va aprendiendo. Siempre me ha contentado procurar integrar en mis acciones colectivas eso de que por mucho que "enseñe" yo soy la que más aprende...

Ahora mismo experimento la aptitud de dejarme guiar, tarea que conlleva otro tipo de conductas. Dejar de intervenir o de esgrimir un liderazgo para ser una más, oportunidad para escuchar más que para hablar, dejar hacer más que ejecutar; ser caminante guiada convertida en oveja confiada en el pastoreo digno, o cabra, o vaca, o yegua, o hada que disfruta de la invisibilidad; ser pájaro que tanto vuela como se posa en la rama, o brizna de hierba fresca que evoluciona en brizna de hierba paja que se funde en la tierra, y que se regenera, encontrando el sorprendente matiz, el sabor, el olor, el color...; ser nube, ser agua o ser reina de la retaguardia... Lo que a mí me parece es que sigo siendo mi propia guía y que me adapto a los diferentes territorios dentro de un territorio con la armonía que entiendo.
Sigo en la línea de cronificar sensaciones más que recorridos geográficos, físicos, porque me siento más cómoda en lo sensitivo y en lo sensorial; a veces consigo dar datos concretos de la parte técnica de una ruta pero sinceramente no es lo que me ocupa, mi motivación es otra; me doy el gusto de plasmar recorridos energéticos que me benefician y que nos benefician a aquell@s que nos reunimos, a mis compañer@s en el camino que es tierra y verde florido, y piedra y río, montaña y cielo, sol de rigor u olor a tierra mojada; encuentros en el ejercicio de ser, y en dónde solemos encontrar esos momentos tan válidos en la permisividad en la que coincidimos algunas y algunos que no por pertenecer a un grupo nos exime de pertenecer a una ideología más amplia, la que nos libera de las distintas tensiones diarias para aflojar-nos a través de la presencia de natura viva desenvuelta.


Así, fuimos ocho en esta ocasión, siete habituales más un iniciado (la experiencia en su haber se queda); el caso es que quien sale con Nómadas no queda indiferente pues como grupo tenemos nuestra particularidad, en nuestro caso creo que nos distingue una exigencia silenciosa pero obvia, que nada tiene que ver con normas o reglas que de entrada caen de cajón, como que no pierdas de vista al que tienes delante, por ejemplo. No, no es eso lo que nos define, más bien es que no hacemos concesiones con las expectativas de nadie que venga por primera vez,  ni tan siquiera de una segunda o tercera ocasión, cada caminante se tiene que ganar ese derecho acoplándose a una forma de caminar que va más allá de una pateada de relax o de trote cochinero, eso es lo de menos pues lo que más nos importa es la aceptación, aunque de entrada no entendamos muy bien de qué vas..., el caso es que tú conectes con de qué vamos nosotr@s y si valoras que te cunde o que te puede cundir el esfuerzo..., porque te encontrarás de todo un poco, la verdad!, jaja..., tanto como somos cada una y cada uno, de su padre y de su madre, de sus maneras, todas válidas, todas!, aunque..., para que eso llegue a una aceptación tendrás que conocernos y darte a conocer, verdad?

Con qué me quedo?, pues me quedo con lo de siempre, con el talante, con la energía que se presenta, con la aceptación de quien es cada una y cada uno, con la seriedad, o la risa, o el discurso, o el silencio..., con el ser y estar independiente de la imagen que solemos proyectar en nuestro discurrir vital. A veces compartimos momentos que nos nutren a tod@s, otras estamos para que nos apoyen y otros tantos estamos para apoyar. El caso es que seguimos favoreciendo encuentros que nos benefician, con lluvia, con calores imposibles, con alerta roja o amarilla, con un día de sudores compartidos o con uno en el que la suavidad manda; en todas las estaciones, con una constancia que vence a las diferentes perezas que nos ocupan, que desarrolla la voluntad y que reconoce el poder del movimiento.

Me quedo con la grata sensación cuando llego a casa de una sonrisa instalada que me habla lindo, que suple todas las incomodidades, los desafíos de la vida, las decepciones, los dolores de no entender o de no ser entendida, y a pesar de ello saber que dispongo de una aceptación a quien soy aunque a veces ni se me entienda ni entienda quien eres tú, pero me aceptas, te acepto, nos aceptamos en nuestras diferencias en honor a la similitud que nos ocupa, a saber... Caminar!!!, tan valiosa..., maravilla!!!

La gran importancia de mostrar, de manifestar, cada una y cada uno como puede, y como quiere desde una actividad en movimiento; hacer el ejercicio de mostrarnos con actos, porque "pensar" no es suficiente, no somos adivin@s, ni queremos serlo. Así, mostrar en la medida que sea es suficiente para que nos demostremos mutuamente, con la fuerza que nos mantiene en seguir siendo quienes somos aunque resulte extraño para quien se asoma en primera instancia, en cada una y en cada uno está valorar cuanto resuena con un planteamiento compartido.
 
Tenemos hora de encuentro, respetada y cuasi cronométrica, pero no tenemos hora de despedida más que cuando ésta llega. Quien asiste a una salida Nómada sabe que las rutas son trabajadas, mimadas, organizadas pero no se planifica un después, porque nuestra jornada tanto puede acabar a las siete como a las diez, a las doce o a las dos de la madrugada, de nuevas quedadas a mayores en el mismo día con compañer@s que se acercan al final de la pateada para compartir y seguir compartiendo, o surgir una retirada tempranera a la que nobleza obliga dada la energía grupal que se presenta; porque fluimos, fluimos, fluimos en una unidad que se erige en ser conjunto que contempla todas y cada una de nuestras maneras de ser ajenas a la esclavitud de fijar una hora de cese, y paradójicamente, o no!, encontramos un consenso grupal en el que también se acepta un ceder que nos cunde a tod@s.

Gracias queridas y queridos por ser, y estar, y ser, y conceder y ceder, y disfrutar, y reir y hasta llorar, todo entendido desde quienes somos. Quienes somos??, l@s que somos, así, tal cual. Y disculpad!, porque menuda crónica! Así "toca", crónica íntima a la que tal vez cuesta seguirle hilo a esta historia a aquell@s que no han compartido el día, qué le voy a hacer?..., esto es lo que sale, tal cual.

Mi más sincero agradecimiento a la vanguardia Nómada, por la implicación, por el aprecio y el gusto de un mantenimiento, por los miembros activ@s que "se mojan", que buscan, que actúan, exploran, plasman, apoyan, Son...

Grazas á de Porriño pola fermosísima e variada experiencia camiñante desta ocasión. Gracias a Charlie por custodiar a sus Ángeles con ese mimo y cariño. Gracias a la muchísimo más que Tesorera, Reina de la Logística Unida. No puedo seguir..., sigo? Los que han sido, los que son, todas y todos en su importancia..., sería largo, casi  eterno...!

L@s que ahora se mantienen de diferentes maneras, todas queridas, desde el lesionado a la viajera, desde la guerrera que se recupera, o la valiente sonrisa en la mirada que aporta frescura nueva a las filas Nómadas, desde el esporádico que se mantiene o a un nuevo ángel en el territorio Nómada... 

Valoro, además del camino, de la ruta maravillosa que a bien nos presentaron y caminamos junt@s, una cena que devino especial, por importante y por la luz en la mirada colectiva ante una celebración que brilla.

Todo mi afecto a L@s Nómadas, os quiero!

Y todo mi afecto también para tod@s los que habéis caminado y camináis conmigo, con gran aprecio.


S., abril 015 







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