Éspíritu Nómada que Refuerza

Todavía me dura esa especie de resaca pacífica que tan bien reconocemos los que caminan, esa que te deja una laxitud corporal que a la mente se extiende, creando una sensación de vacío que se agradece, junto con diferentes sensaciones que contienen diferentes matices a las que acuden diferentes palabras que describan el estado, y ninguna parece que sirve.

Ya en julio se había ofrecido para guiar esta ruta una de las Nómadas; enseguida me atrajo el planteamiento: caminar por senderos pegados al río, en este caso el Ulla, sombras frescas acompañando a los pasos, todas las oportunidades de baño que quisiésemos, y trás un verano en el que las visitas al río han sido ausencias añoradas para mí, acepté enseguida el ofrecimiento a pesar de que nuestro guía habitual en los últimos meses tiene un buen fondo de armario al que podríamos echarle mano, o yo misma teniendo un par de rutas, o tres, que también hubiesen sido posibles.


Pero creo estar acertada al decir que en el momento en el que una compañera o compañero ofrecen una ruta más vale coger pájaro en mano que ciento volando, eso les permite disfrutar a los guías habituales de un descanso bien merecido y de la oportunidad de vivir libremente el camino, sin la preocupación lógica de quien guía; y en cuanto a quien se ofrece puntualmente para hacer de guía, además de adquirir experiencia también le conciencia de la labor que implica hacer de guía, muy diferente a dejarse guiar, dónde todo se presenta regalado junto con la oportunidad de compartir pasos, conversaciones, tregua a las rutinas varias de un día a día, o las oportunidades que se dan de silencios necesarios, de poner en orden las cabeciñas, de sentirte simplemente caminando y de la disposición incluso a perderte si eso es lo que surje en el camino. Y este cuento también se aplica a aquellas y a aquellos que se encargan de hacer fotografías, para mí tienen el mismo papel que el de un/a guía, porque a veces hay ganas y otras menos, en todo caso nunca se debe contemplar como una obligación y siempre se merecen la consideración de agradecerlo.

También es verdad que no somos un colectivo que "le proteste" a quien generosamente se ofrece, al contrario, somos como los famosos mosqueteros, "un@ para tod@s, tod@s para un@", al menos ése es nuestro Espíritu Nómada, el que siempre ha sido.

No me sale hoy escribir la crónica hablando de las bondades del preciosísimo recorrido en cuanto a verdes, sonidos, frondosidad, abundancia natural, aguas disponibles en toooodo el recorrido..., ha sido tan pleno que no podría reflejar lo vivido en cuanto a sensaciones y comunicaciones personales con natura y con quienes he intercambiado esencias, momentos, quedaría siempre corto y falto de contenido el mensaje. Hoy me nace hablar de la gente, de esas personas que conforman pasos conjuntos, de planteamientos iguales a partir de las diferencias de cada un@, sí, de esos vínculos que se crean y que se siguen creando.

Nos reuníamos dos para enfilar hacia Pontevedra y quedar en el punto de encuentro habitual en esa zona con los demás. Siete esperaban ya y dos más próximos al punto de inicio de la salida, para cuando aparcamos seríamos 11, ¡buen número!

Nos recibía una carretera secundaria, un cachorro precioso con ganas de jugar, una casa de piedra con finca y un propietario que nos ofrecía aparcamiento y fruta. La ruta sería en forma de 9, con su círculo y su línea, que nuestra jefa de hoy dió en bautizar como de "chupachup", porque ella es así de dulcemente rechula en su ser, y a tod@s nos encanta disfrutar de su sonrisa y de su buena estampa, y de su motivación, ¡algo grande!; creo que para la próxima sería una buena idea hacerle honor a esta chica por su inestimable participación en el día maravilloso que nos ofreció, la posibilidad de contagiarnos de dulce garbo colectivo trayendo cada un@ un chupachup para endulzar nuestra siguiente ruta (humor espontáneo, solita me río, jajajaja..., que conste que sería un buen ejercicio, que nunca me hacéis caso, jo!)

Otro a quien quiero hacer mención es a un compañero de viejos caminos, persona válida ahí en lo que al menos a mí me importa, y eso me hace quererle y admirarle desde el primerísimo día en el que le conocí, compañero de sudores y de subidas dignas que unen, tiempo há, encantándome que ahora que vivimos otros momentos, otros ritmos y otros aprendizajes válidos, tengamos la oportunidad de seguir compartiendo naturaleza. Óptica trabajada en distintos aspectos y no sólo por la mirada por la que se le conoce, eso es lo que me vincula a él, la calidad de su ser. Grandísimo caminante que en el último tramo, el del sudor y la ligereza, me metió un buen gol llevando un bien mantenido paso a la luz del lusco fusco, jajajajaja...., ¡y eso que dice que tiene bandullo!, ¡pues viva el bandullo que no impide vivir sus potenciales caminantes! (un día tendremos que hacer un concurso de bandullos, que todos tenemos nuestras grasillas, jajajajajaja...)

¿Qué decir de nuestra intérprete-traductora-polifacética-filósofa-creativa y viajera favorita?, nuestro punto exótico Nómada en cuanto a diversidad cultural galaico-francesa; ésa que pensó en una compañera-amiga trayéndole hoy un regalo íntimo y afectivo a base del conocimiento expuesto a través del camino sabiendo lo mucho que sería apreciado y agradecido; ésa que semeja pequeñita, débil, que "aparentemente" necesita protección, (que también, como tod@s) y que resulta que es muy grande, algo que siempre hemos sabido, encantándonos verla erguida, con fuerza, con glamour sutil, y dispuesta a disfrutarlo.

De Charlie habría que escribir un texto para él solito un día... Me quedo con su baile nocturno con su puntito sexi sentado en la mesa que acogió la sobremesa Nómada. Me quedo también con una gran imagen, Charlie con sus Ángeles, que a veces somos tres, a veces somos seis, a veces somos las que se tercien, creo que a tod@s nos gustó el momento porque hasta los fotógrafos eran imprescindibles en el magnífico escenario que creo que tod@s sabíamos que sería "ese" para inmortalizar un momento. Lo que me une a este gran compañero es el gran respeto que nos hemos tenido desde el primer momento. Por mi parte y en su día, cuando se presentó por primera vez en Nómadas, ver en él a un grandísimo caminante en todos los aspectos que nos pide el camino; no es cuestión de decir aquí las bondades de cada un@, sólo diré que mi valoración fue un gran acierto. Por su parte no puedo hablar, sólo sé que se ha ganado por si mismo su lugar en este espacio Nómada, gran compañero querido por tod@s, valoradísimo, que sabe escuchar, y sabe aprender, y sabe de su libertad. ¡Te queremos, Charlie!  

¡No me puedo creer esta crónica!..., jajajajajaja...

Echo de menos Portugal. Mis proyectos si tod@s están de acuerdo, son volver de cara al otoño-invierno. Nuestra siguiente salida tendrá algo más de dificultad, algún que otro desnivel más o menos importante, es una buena oportunidad para ir preparándonos para el invierno, para la montaña, seguirá siendo algo relativamente sencillo, pero montaña. Aires que llaman con los cambios estacionales, el verano se acaba, hoy domingo llueve, es ya una lluvía que anuncia frío, aunque tendremos un buen final de septiembre.

Tenemos entre l@s Nómadas a un Caballero. Elegante, fino, sensible, buen amigo, confiado y confiable, sociable, a veces fotógrafo como en esta ocasión, y un gran viajero-peregrino. Te podría contar mil aventuras propias y también sabe escuchar cuando le dices o te pregunta. Grandísmimo anfitrión dentro y fuera del camino. Tío noble que defiende aquello en lo que cree, y ser que sabe también manifestar sus preocupaciones, dudas, abrirse a la orientación de quien bien le quiere, pieza Nómada muy apreciada tanto en el camino como en nuestros afectos.

Como están y nos tienen dos Nómadas que últimamente andan ocupad@s en otros menesteres, más distanciad@s de una salida más o menos mensual y no por ello menos acogid@s, siempre bienvenid@s a ésta su casa Nómada pues mucho hemos compartido como para obviarlo, y  por tanto no olvidarnos de siempre considerarlo.

Tenemos también a un ser entrañable que bien camina, bien cocina, bien se esmera, bien recibe y bien aplica, poquito a poco, ya se sabe, caminando se hace camino, al menos quiero creer que ya no soporta tanto peso en esa mochila. El postre-tentempié con el que quiso obsequiarnos hoy era consistentemente blandito, absolutamente delicioso, suave aroma y sabor a limón semejando al paladar mantequilla; compartió un bocadillo de tortilla que sólo verla cómeme decía, no le faltaron ganas hoy para dedicarse a la fotografía y le encanta estar entre chicas porque sabe que ahí siempre va a sacar un "jugo" que bien le cunda; te queremos tal cual eres, chico maravilla.

Mi buena amiga la tesorera que tanto vale para un roto como para un descosido es también compañera de longevos caminos. Mucho hemos caminado dentro y fuera del camino. Figura importante y respetada, por su disciplina, por su risa tan suya, porque estar al tanto de todo todo y todo en ella es genio y figura. La que pone orden y si hace falta tod@s en fila, la que escucha a cada un@ y enlaza mundos queriendo lo que tod@s, paz y armonía. De gestión no hay queja, la que haga falta que para eso es la tesorera, la que revisa en cada cena la cuenta, y si no está, no hay problema pues nunca falta un mensajito llamando a la tropa a filas para que revisen la cuenta y se dejen de tonterías, (ésa eres tú guapiña, querida, y a tod@s nos encanta, que ya lo sabes, pero por si acaso, para que lo sepas)

Hoy ha acudido también un esporádico-asiduo que en esta ocasión y debido a su trabajo por turnos le ha bien coincidido, es de los que saben quedarse dónde bien se siente y nos acompaña siempre que puede. Creo haber apreciado en él un gran disfrute del día, de la ruta, de la compañía. Hombre pausado que transmite energías tranquilas y que se ha ido acoplando a su sitio en un espacio llamado Nómadas, hoy "tirando" de la tropa a un ritmo más que fluido en la última etapa del recorrido, varios cohetes llevaba en la retaguardia, (a saber, en el culo!, jajajajaja...) tirando del pelotón a unas horas en las que rozaríamos la llegada en la nocturnidad, todo lo que dió a montar en los coches y encender las luces, oiga!, ¡bravo por el Nómada tranquilo!

Y estos hemos sido, de cada un@ diría muchas más cosas, muchos más pensamientos plasmados sentidos, sería una crónica tan larga que tal vez daría para escribir un pequeño libro. Retomo sin embargo a nuestra guía de hoy, persona verdaderamente linda, mujer bonita, con mucho corazón y con la cabeciña en su sitio, con gran capacidad para mantener ser quien ella es, alguien que no sólo se ocupa de estar y ser en sí misma sino también de compartirlo. Eso hay que cuidarlo amig@s, siempre, en ella y en todos y cada un@, porque así somos. Así que muchas gracias, querida, por este día tan bonito que nos has ofrecido, con esta ruta que con otr@s has conocido y has tenido a bien compartir ocupándote cómo lo has hecho de ello, favoreciendo lo mejor de tí, sabiendo con ello recoger nuestro aprecio, sabiendo que tenemos espacios para atender las necesidades entre amig@s y que entre tod@s estamos y seguimos estando aquí.

¿Qué hace que un grupo que camina se mantenga en su núcleo?, la sinergia que entre tod@s favorecen sabiendo de las sinergias de cada un@, nunca se ha tratado de un YO sino de un NOSOTROS. Somos gregarios, seres sociales desde el primerísimo de los momentos en nuestra historia. Vivimos tiempos de individualismos pero no es esa nuestra condición. Desde siempre nos hemos necesitado, todas y todos, junt@s, eso es lo que dice nuestra historia como especie. Vivimos tiempos en los que much@s estamos sol@s, pero NECESITAMOS de los demás. Es necesario aprender, contribuir, favorecer el buen encuentro, ese que nutre, ese que respeta y aprecia la individualidad de cada una y de cada uno sin que no nos falte esa sabiduría colectiva, que se apoya, se refuerza, esa base de contención que también se precisa, sea en Nómadas sea en cualquier otro colectivo, sea en el trabajo, en la familia o en el supermercado cuando hacemos cola para pagar.

Cuando tienes un rol determinado en un grupo es difícil no intervenir en aquello en lo que no debes intervenir. Yo no sé muy bien el rol que tengo ahora mismo en Nómadas, al menos un rol definido pues me voy definiendo instante a instante fluyendo con aquello que soy en ese momento adaptándome a lo que ofrece un día a día, algo que por otra parte sí podría definir mi papel en esta historia aunque ésta se presente desde distintos matices, porque es lo que siempre he hecho, con todas las consecuencias, las buenas, las magníficamente maravillosas, aquellas que nos han dolido como grupo o perjudicado, en las que me he equivocado y sigo haciéndolo, pues en fin, como la vida misma que circula con y sin mi beneplácito, porque todo depende; lo que sí no depende es la actitud, esa pertenece al libre albedrío. Creo que Nómadas se personaliza en el hecho de que para nosotros es importante proteger un día compartido "sin protestas", adaptándote a la energía que circule en ese momento, en ese día, con quien se tercie, sabiendo que cada quien es de su padre y de su madre, y de sí mism@ apostando por una jornada compartida en la que el juicio es sustituido por en todo caso una valoración, o varias valoraciones, pero exentas de crítica destructiva sino todo lo contrario, que sean informaciones que nos permitan seguir manteniendo un mejor conocimiento de cada un@ como ser individual preservando el beneficio del grupo.

Todavía seríamos 12 pues en la cena se acopló un caminante de otro grupo, de otra salida en el mismo día, de planes que se anulan, de nuevos planes... Cenaríamos 10 entonces porque dos tenían otras reuniones pendientes. Nómadas sigue igual, sin tiempo en el día y en la noche favorecida en la que siempre nos hemos comprometido en cada salida.

Acabamos cenando en Barosa, lugar al que no contaba con regresar y que me trajo recuerdos de otros días, lejanos ya. Por cosas de la vida nos convino no reservar porque acabaron ubicándonos en un porche a resguardo del frío nocturno que ya invita a tener a mano un forro polar mientras las reservas de seguro irían a pasar frío; a mayores un escenario que prometía concierto, para cuándo llegó el concierto y después de varias pruebas de sonido, que fue lo que "amenizó" la cena, apenas un par de piezas que rozaban un rock-blues particular entre un buen sonido de instrumentos y una voz mediocre en una mesa con caritas de sueño (yo la primera). Todavía nos quedaba un viaje automovilístico de cada mochuelo a su olivo así que despedidas en la que se formó un círculo espontáneo antes de enfilar carretera adelante que nos llevaría a cada un@ a su penúltimo destino, hogar dulce hogar...

Crónica atípica, así es la vida querid@s. Que no nos falten el aliento, las ganas y el espíritu para compartir las mil y una anécdotas que sólo quien ha compartido camino tiene ya en su haber, pues las palabras ya véis que faltan, incluso por tanto querer plasmar aspectos diferentes seguramente sobran, o no...

Los reportajes fotográficos que ilustren una hermosísima faceta del camino, un aspecto diferente y no por ello incompatible con este texto, cuando los fotógrafos lo dispongan, que aquí estaremos para que sea posible compartirlo. 

Con todo mi afecto y mi agradecimiento a un gran día compartido entre todas y todos, porque así lo construimos.

S., septiembre 014

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